28 noviembre 2005

ventanas











Ventanas
Como filtros que hacen de la luz una invitada de honor al interior, como novia con veladuras y misterio blanco, como de luto con tules negros y como de fiesta con algún color prudente y elegante. Como señor con sombrero y bastón, como niños encabritados y revoltosos que gritan en destellos ya de noche con la luna, los barcos o las luces de avenida España, con los plásticos y frutas de Avenida Argentina y bajo ella el gran túnel o bóveda subterránea de negror húmedo, de quebrada, de luz húmeda también, de neuma originado por la espesura crecida en la hondonada.
Pero esta vez el lugar fue en el epicentro, en la cota cero, el ombligo, gran plaza, gran vientre con salida al mar, a esos bichitos de colores que flotan y que acompañan a esos mayores que atraviesan océanos.
En la plaza las personas que toman fotos a personas que toman fotos, desde lo alto como voyeur romántico pensando en que vivir ahí es tan fácil como llegar, desde el piso tres, en un volumen patrimonial que mantiene su programa original, sus texturas, alturas, vértigos interiores, caleidoscopio helicoidal, escalera con no pasar incluído.
El pasillo y la habitación como otra profundidad del filtro.
Y desde ahí llegar y partir, la referencia; el hogar efímero, y pleno. Abajo las cosas han cambiado, pero revisando fotos antiguas el gran espacio siempre estuvo despejado, y los volúmenes se ordenaron como grandes buques. Pero siento que la luz es cruda fuera, que el contraste es demasiado grande, y eso que percibe el ojo ninguna cámara podría retener, la llovizna de átomos espacial colada en una sombra y de fondo, desenfocado, un gran volumen o mucho cielo. La experiencia de llegar y estar protegido por la misma ciudad y ese filtro de luz llamado membrana, es el tamiz del exterior, tramillas metálicas de cuadrados que van del colador más fino, al cuarto de formato, haciendo de la ventana una retícula regular. Otras que se enfrentan, creando en el reflejo una hiper-realidad que sólo habita en ese reflejo. Todo condimentado con la emoción del viaje, redescubriendo lo que siempre ha estado ahí, mirado tantas veces y ahora refundado. Llegamos a puerto

1 Comments:

Blogger Paola said...

Mira como te descubrí sin estar buscandote, es bueno ver tus pasos.

03 diciembre, 2005 11:57  

Publicar un comentario

<< Home