21 marzo 2007

Egipto pixeles













Recorrer Egipto puede ser una experiencia que marque viajero por el resto de sus días. Su estructura axial determinada por el Nilo, permite recorrerlo ordenadamente de norte a Sur desde Alejandría hasta Asuán y detenerse en ciudades o poblados intermedios para admirar los templos y pirámides, así como la vida cotidiana. Obviamente el centro de todo esto es El Cairo, capital de casi 20 millones de habitantes. Llegar a esta metrópolis y poder caminar por sus barrios, conociendo los templos y mezquitas, mercados, museos, es un placer, pero hay que poner cierta atención para que no se transforme en una pesadilla. Por ejemplo eludir los meses de verano en que las temperaturas suelen llegar a 45° y 50° C.
Los complejos arqueológicos de Giza, Sakkara, Dashur contienen las pirámides más antiguas de cerca 5000 años, y el contexto geográfico en que emplazan dejan en silencio a quienes observan esas masas perfectas bajo un cielo nuboso, más parecido a Temuco en primavera que al Sahara. Para llegar a otras necrópolis como Hawara, Médium, es necesario tomar un taxi por el día, disfrutando el recreo de pasar del más rudo desierto al más verde paisaje, propio del oasis de Fayum, cardióide geográfico, que los antiguos faraones utilizaron como centro de irrigación y que llegó a ser el más importante vergel de medio oriente.
El viaje en tren desde El Cairo a Luxor dura 10 horas, acá es todo belleza y distensión, el boleto sólo cuesta 3500 pesos, en segunda, claro. La llegada a Luxor y el avistamiento de los templos así como el complejo arqueológico del valle de los reyes y reinas, Hatshepsut, Rameseum, colosos de Memnon, Karnak, es simplemente un bombardeo de sol e intensidad, los muros esculpidos, la especialidad y las dimensiones hablan claramente que esta teología extinta correspondió a la más grande jamás concebida por el ser humano y que lamentablemente las posteriores, como Hicsos y Coptos, trataron de destruirla martillando rostros , mutilando colosos y derrumbando columnas, sin embargo sucumbieron a su letal intervención debido al esfuerzo sobrehumano que implicaba desdibujar o borrar estas obras maestras.
Luxor es una de esas ciudades en que uno se quedaría a vivir, con bazares o zocos repletos de productos interesantes, especias, pigmentos, telas, frutas, oficios, que distraen y embrujan al visitante, sólo hay que tener cuidado con la extrema amabilidad de los habitantes que suele traducirse en persecución por un diezmo o bakshish.
Partir a Asuán y visitar su isla Elefantina, los templos rescatados de la presa, como el de Isis en la ya hundida isla de Philae, o el de Kalabsha, y viajar a Abu Simbel a celebrar el ingreso de Atón, Ra, Horus, o como le queramos llamar al sol, al sancto sanctorum o cámara de las apariciones del templo de Ramsés II es simplemente trasladarse en el tiempo y el espacio, acá los nubios celebran cada 22 de febrero el paso a la vida, como nuestra Pascua cristiana, que es posterior al menos 3000 años a este rito.
Finalmente el recorrido desde Asuán a Kom Ombo se realiza en felucca, embarcación primordial, que sólo impulsada por el viento, demora dos días con sus noches, hasta llegar a destino, deteniendo su vela triangular de belleza incomparable, en playas virginales y templos semidestruidos, abrigados por las estrellas. Esos dos días replantean la existencia y permiten renovar las energías internas de los tripulantes, porque quien recorra el río y nade en él, quien ingrese a los templos y toque los relieves con la mirada, al menos estará tocando un fragmento de eternidad.



3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Alejandro felicitaciones por tu trabajo.realmente un placer pasearse por cada una de estas maravillas. Gracias por este pedazo de vida.
david

26 abril, 2007 13:31  
Anonymous Anónimo said...

drurbevobbexy
afpd

18 noviembre, 2009 07:07  
Anonymous Burgos said...

muy buen post

03 septiembre, 2013 11:43  

Publicar un comentario

<< Home